BUSCANDO EMPLEO EN LINKEDIN Y PERDIÉNDOLO EN INSTAGRAM
- lafabricadelcambio
- 2 sept
- 2 Min. de lectura
DIME QUÉ PUBLICAS Y TE DIRÉ SI TE CONTRATO
Estos días en los informativos de una cadena de radio nacional se abordó un tema que da para mucha reflexión: la reputación digital y su creciente peso en los procesos de selección.
Las empresas no solo leen tu currículum, también echan un vistazo a tus redes. Y lo hacen buscando coherencia. Según el reportaje, hasta un 40% de las candidaturas son descartadas porque lo que se publica en redes no encaja con la imagen profesional proyectada en entrevistas o CV.
Las redes sociales ya no son solo un escaparate personal. También hablan (y mucho) de cómo trabajamos, qué valores defendemos o cómo nos relacionamos. En otras palabras: nuestra marca personal también vive online.
Cuidar nuestra presencia digital no es fingir, es ser coherentes. Si en una entrevista hablamos de respeto, diversidad e inclusión, pero en redes compartimos mensajes machistas, racistas o agresivos —aunque sea en tono de humor—, estamos enviando señales contradictorias.
Y ojo, que esta lupa digital no se aplica igual para todas las personas. Desde una perspectiva de género, las mujeres siguen siendo más juzgadas por su apariencia o sus fotos, lo que refleja una desigualdad que también se cuela en el mundo digital y laboral.
¿Qué podemos hacer?
Revisar lo que hemos publicado y configurarlo si es necesario.
Pensar antes de compartir: ¿esto me representa profesionalmente?
Y, sobre todo, alinear lo que decimos, hacemos y mostramos.
En un mundo hiperconectado, la primera entrevista empieza mucho antes de que te llamen. Y a veces, ni siquiera te llaman.
¿Tú también investigas perfiles antes de contratar? ¿Has hecho limpieza digital últimamente?


Comentarios